Un día eres joven, y al siguiente, comienzas a experimentar una confusión tal, en la cual no sabes si sueñas, si es real o una ilusión, quizá una broma de mal gusto o mala jugada de la vida, pues creías y perjurabas que habías aprendido bien tus lecciones anteriores y que ciertas experiencias y sentir con un intenso nivel emocional, o sea re-sen-tir, ya no iban con tu estado zen..
¡Claro! El viejo truco. Es así como te descubres infraganti en un bucle de sobre pensamiento obsesivo que te posesiona, te estruja como tela escurriendo, y te, no, no solo te enfadas, te enfureces con tal ira como si no fuera suficiente, hasta que no puede doler más, te consumes mucho más en esa hoguera que se intensifica con cada pensamiento, especialmente porque no puedes comprender como es que esto te ocurrió de nuevo.
no sabes si sentir vergüenza, culpa, repulsión, odio, desprecio... Y te dejas llevar por el cóctel perfecto de todas las anteriores.
Te vuelves masoquista porque, igual que en un inicio, cuando no solo no te caías bien, sino que te odiabas, con odio jarocho, como decía "El ratón Crispín"
Te recriminas por entregar todo, sin recibir absolutamente nada a cambio, por dejarte engañar, ser tan ingenua y por demorar tanto en darte cuenta.
Y si bien la edad, la experiencia, la madurez o consciencia... Lo que carajos sea, (el nombre no importa), en realidad, es que parece no haber servido de mucho, puesto que te ha pegado incluso más, mucho más cruel que las, por que sí, ya había mas de una anterior.
Te aíslas y saboteas tu vida presente, porque es así como entiendes que había mucho más dolor, mucho más herida, que requería ser sanada, mucho más niña en pena, que no se sintió amada, que se sintió invisible a los ojos de los adultos y sobre todo insuficiente, e incapaz, como si no tuviera sentido vivir así.
Pero sin el valor suficiente para acabar con todo, o con todos. Y si bien en una parte sentía mucha rabia hacia si misma, la vida y no olvidemos a los que sin saber y quizá sin querer solo reafirmaban sus creencias y su percepción distorsionada de la realidad.
Vuelves a ser esa niña, incomprendida, triste y vulnerable, sin nadie que te comprenda, que te rescate, per que siquiera parezca importarle.
Si bien todo vuelve a sentirse, así de frio, así de crudo... También es ahí cuando ocurre ese !AJÁ! MOMENT, que es cuando comprendes con todas sus letras el significado de la frase: "El tiempo no es lineal". Y como es que pasado, presente y futuro ocurren a la misma vez. Y sobre todo, que lo mas importante, es el ahora.
Porque es, desde luego dándote cuenta, pero también permitiéndote sentir, para perdonar, primero a ti misma, por ser corazón de pollo, y seguir teniendo esa inocencia que asume que todos tienen tu mismo corazón, resignificando la historia completamente y transformando de villanos a maestros, agradeciendo a ese ser superior, creador de todo lo que es. Dios, (o como quieras llamarle, el nombre no importa.) porque ahora todo tiene un sentido verdadero, profundo y muy pero que muy especial.
