Seguidores

jueves, 23 de julio de 2015

Metamorfosis

Es irónico como una palabra puede sonar compleja, cuando recién le conoces. Una vez que te familiarizas, pasa a ser una más en la lista del diccionario. El tiempo viene, el tiempo va, creces, maduras; entonces un instante se extiende y tu mente toma consciencia de éste mismo proceso en tí. Puede que una oruga no sepa bien quien es, incluso quizá no tenga idea de aquello que será, pero sabe que tiene un sueño y debe trabajar para hacerlo realidad, en su corazón sabe que será lo que ella desee ser. (Así ocurre en la cinta: "Kati Oruga", misma cuyo mensaje quedó grabado en mi mente y corazón)

Entonces comprendí, la vida es un constante proceso de metamorfosis en el que nos renovamos para mejorar. (EVOLUCIONAR) Si bien mi idea es sólo una teoria, jamás somos los mismos, nuestras emociones siempre están ahí, y nosotros decidimos que enfoque darles, qué tan lejos dejarlas ir. La misma circunstancia, puede ocurrirnos más de una vez, en cada una de ellas reaccionaremos de distinta manera. Influya la experiencia o no, simplemente ya no somos los mismos que antes.

Gracias a mi propio aprendizaje, puedo decir que su fuente de energía es inagotable, ya que es la misma del el artilugio aquel que dio lugar a nuestra creación. Es un ciclo infinito que nos acompaña en cada nueva fase de nuestra evolución, pudiendo culminar más de una vez al desprenderse el cuerpo físico del o de los sutiles. Transformándonos así en una flor que vuela. Si bien parece una idea cursi porque se lee muy femenino. Lo cierto es que dentro de todos nosotros humanos, en lo profundo de nuestro ser, se conjugan el masculino / femenino en perfecto balance y armonía.

Como ya es sabido universalmente, crecer físicamente no es fácil y duele; pero como es un proceso natural lo dejamos manifestarse como debe y ya. Crecer interiormente no tendría que ser tan doloroso, ni más complicado aún que el crecimiento físico. También es un proceso natural, pero, es más cómodo dejar florecer al ego, que igual que un cáncer, es silencioso, a algunos hasta les termina gustando. Sin notar que es el veneno más potente y vil que existe. 

En fin, aquí el tema es que todos tenemos un proceso de evolución que llevar a cabo, no necesariamente tenemos que convertirnos todos en mariposas, pero si podemos estar seguros que seremos lo que deseemos ser siempre y cuando hagamos bien nuestra chamba, que no es mucha y no es tan difícil. 

El primer paso es matar lentamente al ego ¡Ya sé! Se escucha muy bélico, sin embargo, eso mismo hace él con nosotros, e inevitablemente al dar el paso a paso en pro de nuestro desarrollo espiritual, al sentirse tan insignificante y sin poder sobre nuestra mente, él mismo se da el tiro de gracia. Así con el apego y uno que otro antagonista de ficción que poco a poco aparecen para darle sazón a la historia... Y ¡tin-tan! (Es mi indiolo no me juzguen) Se hace posible mirar con los ojos del alma. 
Y de pronto, todo tiene sentido y se vuelve lo que un pastel para un repostero.


¿Por qué?

Me preguntas: "¿por qué? "
Y casi nunca sé responder, mi cuerpo se sacude y mi mente se bloquea. De pronto, no encuentro como unir mis ideas. 
Aquí dejo un recordatorio, para la próxima vez. 
En el pasado, pensé que aquello de "ya te amaba antes de conocerte" era sólo un cliché, y entonces un nuevo capítulo se escribió...

Jamás olvidé una sola palabra de aquel capítulo que en un inicio parecía no tener continuación sólo, un día sin darme cuenta comencé a hojear sin leer. 
Y de pronto, de la nada, el libro volvió a abrirse, insistió ser leído nuevamente; comencé a emocionarme de nuevo, a tener las mismas y nuevas sensaciones, entonces todo lo que ya sabemos tomó un nuevo sentido... 
Hoy mi alma revolotea de gozo porque mi mente recordó de una nueva forma. 
Sé que ya lo hemos hecho antes, una y otra vez, pero nunca así. Déjame hacerte volver una vez más para que puedas sentir como la primera vez: 
Te mandé llamar y sin hacerme esperar y sin chistar dijiste: "aquí estoy" no había sido consciente de mí gran poder creador, y creyendo que había moras, mientras maduraban las cerezas, te deje entrar, sin saber que te quedarías, mucho menos cuanto tiempo, ni que porción del pastel elegirías, inicialmente pensé que serías mi mejor amigo, algo así como un hermano, te amé, desde el primer instante, porque mi alma reconoció a la tuya y viceversa, eso fue obvio de inmediato, lo que incomodó a mi ego, pues siempre cree que todo lo sabe, y está vez se le durmió el gallo. Además le disgusta ¡cantidad! que los de a lado, le digan lo que tiene que hacer. Fué como si nos encontráramos luego de mucho tiempo lejos el uno del otro. Nuestras pláticas, parecían actualizaciones de datos. 
Te veía, pero no era capaz de mirarte de verdad, intentaba ver en la dirección opuesta y me preguntaba ¿por qué no se veía nada? Sólo se oía interferencia. 
Parecía que no tenías mayor problema con que te escuchara con atención y viera al otro lado, y entonces dijiste : "No me hace sentido que insistas ver un canal que no puedes sintonizar, me tienes a mí. Estamos conectados" Esa, fué mi pequeña señal, "mi amigo" parecía estar celoso, y una chispa en mí se encendió, la misma que reconectó todo el sistema, entonces, sólo me pareció que tu actitud y expresión te hacían lucir atractivo. Pero poco a poco todo tuvo lógica, y pensé: ¡Qué hermanito ni que nada! ¡Con razón mi parte sabia a se empeñaba en que viera, cada vez que hablabas de tí y de tu mundo, una escena específica cada vez, de mi versión de: conversaciones con Dios. Así que comencé a mirar a través de tí, hasta el fondo de ese mágico y magnífico ser. Tuve miedo, no imaginé que la magia se revelaría tan rápido, pensé que la circunstancia no era la ideal, no era sencillo que mi ego admitiera su derrota. Y entonces, dejé de centrarme en el exterior y decidí disfrutar de la fiesta que había en mi interior. Simplemente, todo ocurrió, como debía ser. Cada vez eramos más amigos, más inseparables, cómplices, más incondicionales, y así de a poco más expresivos e intensos. Entonces, tú pusiste pausa un segundo, y dijiste: "¿por qué?" Por primera vez, Y todavía sin comprender la magnitud de todo aquello te respondí preguntando ¿acaso es qué no quieres? A lo que respondiste: "Eso no está en discusión y ¡lo sabes! Estás viendo y no ves" (muchas risas) yo sabía la respuesta a ambas preguntas pero... No era el momento indicado, así que decidí decir sí, esa pequeña aventura que antes me había dado miedo vivir, por temor a verte como creía que no debía. Ni oportunidad te dí de preguntar. Sólo dije: Retomemos esa idea. Vayamos juntos y te responderé. En un inicio parecía que tardaría en llegar ese instante, y luego solo ocurrió. Las palabras fluyeron, y el sello de nuestro pacto no se hizo esperar. Reconozco, que fui un poco princesa al poner mis cartas sobre la mesa, pero estaba decidida a seguir adelante, sin mirar atrás. Conocí las otras fases de tí una a una, las palabras que intercambiábamos me hicieron sentir que cada pieza estaba encajando en el lugar indicado, y que éste era solo el inicio de, me atrevo a decirlo, el resto de la historia. Y así despacio pero a paso firme comenzamos a caminar en la misma dirección y aunque el trayecto ha sido confuso alguna vez, y quizá hemos encontrado baches. Siempre, ha sido un placer ese nuestro viaje., aún no sabemos cuanto durará, pero lo importante es que... Sólo tú y yo sabemos hacia dónde vamos. 
Y ésta aún no es la respuesta al porque.