Su grandiosa historia no siempre fue tan grandiosa como todos, o la mayoría esperarían; quizá sí, tal vez sólo no lo notó antes. Nunca lo podremos saber en realidad.
Una fría noche de febrero, muchas, muchísimas lunas atrás, llegó de un mundo distante, decidida a aprender, entusiasmada de lo que era y de lo que estaba segura que seria...
Asumió el reto sin chistar, supo desde un inicio que no seria sencillo, que tiraría la toalla en más de una ocasión, que seria presa del temor una y otra vez, un millón de veces.
Su recuerdo fue desvanecido, para que aquel día, cuando estuviese lista, fuera capaz de comprender, los recuerdos, las señales que de una por vez le llegaban a la mente, igual que destellos fugaces sin sentido.
Desde ese primer instante, en que supo que existía, se sintió distinta, sin poder siquiera definir, si positiva o negativamente; sin embargo algo en la idea le fascinaba, era feliz, a pesar de la confusión, el estrés y la hostilidad. De lejos, parecía alguien más, de cerca lucia berrinchuda, despreocupada, incapaz, un desastre total.
Sólo para su interior expresaba su energía imparable, que a voz alta pedía salir; nadie, incluso, ni ella misma notaron su esencia pura, inocente, sabia y amorosa. Dentro de si encontraba la magia, era como si ella fuese su mejor amiga, algo que le encantaba sin saber porque o de que se trataba todo en realidad.
El tiempo transcurrió, si bien la confusión seguía consumiéndola, jamás dejó de tener fé, algo ahí dentro le decía que en un futuro próximo todas sus preguntas irían siendo respondidas, cada una a su tiempo.
Todas las tardes y noches miraba el cielo, recostada en el suelo, abrazada por la brisa, hablaba, consigo misma, y sabrá Dios con quienes además de él.
Sin ser capaz de reflexionar entonces al respecto, siempre supo lo que seria cuando mayor. Aparentemente, aquello no era más que una lluvia de ideas sin relación entre ellas; irónicamente, más tarde, entendió. Todo lo que había imaginado como éxito hasta ahora, era en realidad el ideal que aquella pequeña soñadora diseñó sin darse cuenta, siendo apenas una niñita. Aunque su plan aún no se había completado, ya había recorrido un largo tramo del camino, mismo que recorrió, para vencer gran parte de sus temores, se tropezó y cayó, en un par de ocasiones el golpe fue duro, las heridas difíciles, más nunca imposibles de sanar.
En el trayecto, había ya tenido diversos guías, que a pesar de parecer tan distintos, simplemente le enseñaron de manera tal que pudiese digerir y retener la información. Aún si no la comprendía totalmente. Seguros estaban que no tardaría en encontrar el sentido detrás de sus palabras, incluso acciones.
A punto estuvo de abortar la misión y de echar todo por la borda, parecía encontrarse en un callejón sin salida. Afortunadamente encontró la oportunidad para mirarse con otros ojos, y abrir un hueco para que la confusión y la presión de ser alguien que nunca fue, ni sería jamás pudiese empezar a filtrarse.
Aparentemente ya había aprendido la lección, muy posible es que no completamente, o simplemente sólo debía continuar una nueva prueba. Si bien no resulto como ella se empeño en planearlo, sobrevivió. Y sin duda que sumo muchos más puntos de los que hubiese acumulado, en caso de que los acontecimientos se hubiesen apegado al plan original. A partir de entonces, nada volvió a ser igual , especialmente ella.
Los fragmentos de sin sabor, son elementales para aprender a identificar que es adecuado, lo que no lo es, lo que uno desea atraer y evitar... Así como aceptar que uno sólo ofrece lo que tiene, pero si además das lo que pretendes recibir, entonces has alcanzado el máximo nivel de madurez
es entonces cuando sin siquiera notarlo, estás listo, envías la señal y la puerta se entre abre, para dar paso de a poco... A todo aquello que por derecho cósmico te corresponde. Una vez que ello cobra fuerza ¡prepárate! La puerta se abre totalmente, para jamás ser cerrada.
Éste, solo ha sido el preámbulo.La verdadera historia, apenas comienza.

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