¡Hola querido!
Ha pasado un largo tiempo, y a decir verdad no me esperaba que todo lo que relato en estas líneas me ocurriera alguna vez, al menos no de forma consciente, y mucho menos la posibilidad de compartirlo contigo, sin embargo, me regocijo de emoción y alegría porque soy capaz de reconocer, aceptar, y sobre todo de agradecer profundamente esta nueva perspectiva en mí.
Siento la enorme necesidad de expresarlo, ( no es suficiente para mi comprenderlo) de forma tal que en el momento que deba y pueda ser lo leas.
Aclaro, no pretendo que mi realidad se convierta en la tuya, tampoco espero que respondas, simplemente espero que puedas comprender un poco mejor, como ha sido para mí, todo este proceso, y si también desearas compartirme como se vio todo desde tus ojos, lo apreciaría mucho también.
No sé si ya te lo había dicho, la forma en que te acercaste y te mostraste a mi fue una maravillosa sorpresa. Dado que todo el tiempo habías estado ahí, tal vez solo no pudo haber un mejor momento antes para conectar.
Por ese entonces toda yo era un caos total, especialmente mi mente y mis emociones, si bien ya había decidido que quería transformarme en una mejor versión de mi misma, la realidad era que no sabía por donde ni como comenzar y/o buscar.
Desde mi perspectiva anterior, era una rebelde que intentaba tomar sus propias decisiones y vencer los obstáculos que la vida le ponía. Intentaba hacer algo impensado diferente a lo que muy seguramente cualquier persona esperaría.
Entonces ignoraba totalmente que ese pensamiento solo era la máscara que cubría el rostro de mis creencias limitantes y bloqueos.
Evidentemente no me sentía segura de mi misma, especial ni hermosa, mucho menos merecedora de todo lo bueno y mágico que alguna vez desee. Pero como bien ya podrás suponer, todo eso lo desconocía por completo.
Lo único que creía que sabía era que me sentía completamente confundida, pues comenzaba a poner mi atención en alguien, sin importar si era adecuado o no para mi, cuando llegaste me sentí en aprietos, porque por ti comencé a sentir algo tan intenso, complejo de definir (en ese momento) tan bello que no podía con todo lo que implicaba.
No me daba cuenta de mis bloqueos, solo del gran temor que me invadía, mucho lo pensé, le daba vueltas una y otra vez porque no sabia que quería, que era mejor, la toma de decisiones, por ese tiempo, me ocasionaba un inmenso estrés y malestar, no me sentía capaz de hacer una elección adecuada y mucho menos coherente.
Elegí, creyendo que era lo mejor para todos, pues ingenuamente cometí el error de asumir y pensar por los demás, en este caso, por ti.
Ahora puedo reconocer que decidí de acuerdo a mis creencias de escaso amor propio, disfrazadas de esta otra creencia: de que tú yo éramos distintos y que no nos entendíamos tan bien, ya sabes, puros pretextos que una se inventa para auto sabotear la fuente de su felicidad y elegir por lo menos, me conforme con menos de lo que me merecía (O sea tú) porque pensaba que estabas completamente lejos de amarme o sentir algo verdadero y profundo por mi, no pensaba que en realidad te importara tanto.
Asumí que no te lastimaría porque creí que simplemente lo entenderías. No era capaz de reconocer que eras todo lo que una cuando niña imagina, ese príncipe azul con quién escribir su cuento.
Lo cierto es que mi intensión jamás incluyo lastimarte o hacerte mal, porque en mí había una mínima certeza de que existían sentimientos muy fuertes por ti, que no sabia definir, pero que eran puros y sinceros.
Después de aquel hecho, continué repitiendo un patrón, en el que iba detrás de hombres que no tenían idea de lo que querían o que sencillamente no me querían a mí. He ahí mi merecido. Por habernos negado a los dos la posibilidad de construir una mágica historia. Hasta que me di la oportunidad de romperlo.
Hubo también, una serie de sucesos en los que mi salud física y mi vida se vieron en riesgo, sin embargo, todo aquello fue más bien complicado emocionalmente para mi. (Posiblemente, en un futuro no muy lejano te cuente más de ello.) Muy seguramente si hubiese hecho la verdadera mejor elección para ambos en ese instante, no habría tenido que pasar por todo ello sola, ya que si bien, siempre tuve el amor y apoyo de mi familia, la única verdad es que en mi interior me sentí muy sólita y vacía. Era otro tipo de cariño y fortaleza que sentí me hizo falta.
Y no olvidemos aquella vez, en tu cumpleaños intenté sin éxito disculparme y esperaba que todo fuera como si nada antes hubiese pasado, ya no me acuerdo con exactitud lo que te escribí en esa carta, de lo único que tengo certeza es que fui sincera. Y realmente trataba de enmendar mi error, me sentía sumamente culpable, pero ¿sabes qué? ni aún entonces estaba tan consciente de todo como ahora, y mi intención con esta carta va más allá de arreglarlo, de obtener de tu boca un te perdono, o de ponerle un curita a la herida abierta.
Por el contrario, tengo una enorme necesidad de abrir mi corazón como antes no pude ni supe, he abierto mi mente y mi ser y creo que no solo me entiendo a mi misma del pasado, sino que siento que incluso entiendo como te sentiste y como lo viviste también. Aunque la verdad solo la sabes tú, me siento un poco más cerca de lo que antes podía siquiera imaginar, no es que fuera insensible, solo estaba cegada por mis bloqueos mentales.
Te comparto que desde ese instante, en que deseé desde mi corazón, ser mejor cada día, (hace mucho tiempo ya) he ido encontrando las herramientas y las oportunidades para crear esa realidad, que hoy veo y reconozco.
Soy, esa que hubiera preferido ser cuando se cruzaron nuestros caminos. Me siento muy orgullosa de ello.
Es por ello que me estoy atreviendo a hacer esto, porque hasta apenas estos días he vivido y sentido mi duelo, mismo que no había fluido en mí, además ésta carta es todavía más real que la anterior, porque me estoy haciendo consciente de más y más profundamente, creo también que me estoy sanando al reconocer todo lo que aquí te expreso, y así también siento en mi corazón que es algo que debes saber. Tienes ese derecho, y no soy nadie para negartelo.
No significa que tenga la verdad absoluta ni todas las respuestas, pero lo que sí sé es que si tuviera la oportunidad de hacerlo diferente, lo haría, si pudiera viajar en el tiempo y pudiera empoderar a mi yo del pasado desde pequeña lo haría, y cuando ese momento en que aparecieras le compartiría a ella todo lo que me ocurrió a mi, para que por lo menos eligiera con una visión más amplia, y ni siquiera dudo cuál sería su elección.
Tampoco pretendo cambiar nuestros presentes, son perfectos tal cuál son, es solo que me rehúso a vivir sin hacerte saber lo importante y valioso que has sido y que seguirás siendo para mí. Por ello...
Te ofrezco mi amistad amorosa y muy sincera.
Respetaré cualquiera que sea tu reacción y tu decisión, estaré bien, ya soy una niña grande, y mejor aún, una mujer que se hace responsable de sus acciones, capaz de expresar sus sentimientos y que sabe pedir disculpas sinceras desde lo más profundo de su Ser.
Solo te pido que me des una señal que me indique tu decisión, porque aun no soy telepata ni leo mentes.
Te amo inmensa e infinitamente, sin condiciones, sin reglas, claro que ese amor se ha transformado con el tiempo, pero no deja de ser amor puro e incondicional.
Mi mayor deseo es que seas muy felíz siempre y que vivas apasionadamente que cada día seas una mejor versión de ti mismo y que haya siempre gente que te ame por quién y lo que eres.
Me siento muy orgullosa de tí. De todo lo que has crecido y logrado.
Sincera y amorosamente tu amiga por siempre; JAL.






